No debemos indagar mucho respecto a las circunstancias que nos rodea en materia de violencia, de pérdida de código moral, en cuanto a los alcances que la cosificación de ideas logro estampar en un mundo regido por extremo y violento poder, donde el emergente natural e innato de los medios masivos es propagar la división y coacción del pensamiento universal.
En cada área donde la idea proyecta una segura formula y ella no encaja con los artilugios del fenómeno divisor, el impulso a la sonorización del individuo, queda expuesta ante la próxima pieza a mover, todo parece un juego, pero se torna cada vez más violento.
No se respetan los cambios de opinión, ni se oye, el dialogo es la carrera del perro contra el gato, donde nadie sabe que presa seguir o defender, pues masificaron el engaño moviendo la estratagema del poder por el mismo poder en si.
La gestación del aumento delictivo, no es producto de una sociedad animalizada, mas bien el corte y necesidad de programar el caos, proviene del hundirse de una educación optima que hoy se encuentra durmiendo en las protestas gremiales.
A falta de respuesta, la ignorancia se alimenta y con su panza llena ,el ser desconoce su integridad, perdiéndose en las distintas paletas de colores, que la pobreza ofrece cuando el remedio nunca llega.
Todos lo vemos, digerimos el alimento ya digerido por otros.
Y nos invitan a participar, elegir el bando que sumara la siguiente grieta.
No hay porque sumarse a la resta, ni ser el divisor de pensamientos, es necesario saber que tu libertad no la maneja los diarios, ni los medios, ni los monopolios que desembarcaron para sostenerse en la igualdad, de un mercado de carne podrida para dar.
Hoy podes ser fuente de información, o desinformación, no hay parámetros en el desvalije todos toman parte, para ser parte en este ir yendo, sin correr, a pasos seguro, para mirar sabiendo ver. G.G
Uno Elige